Edición 2016 | No. 12


Bryan Cranston: de Malcolm a Trumbo, y su nominación al Oscar

Si eres de los 90’s y 2000 seguro recordarás al simpático padre irresponsable de Malcolm el del Medio, aquel que conocías como Hall, pero nunca supiste en realidad cual era el nombre del actor que lo interpretaba. Años después ves nacer una serie titulada Breaking Bad y muchos la comenzamos a ver porque sale el papá del Malcolm, sin embargo, tras chutarte la primera y segunda temporada, después toda la serie, te das cuenta que ya no es más Hall sino Walter White, y aún mejor, Bryan Cranston, la estrella que nos brindó no solo grandes momentos de risas y ahora, grandes escenas, monumentales escenas de drama y tragicomedia.

Algunos dicen que Bryan Cranston es sinónimo de éxito, hijo de un actor frustrado que nunca alcanzó el éxito, y que en el 2016 logró ser nominado al Oscar como mejor actor, ganador de Emmys por su actuación en Breaking Bad, y que convirtió a Walther White en una figura Pop.

Según Cranston, el día que decidió ser actor, caía una tormenta. Tenía 21 años y llevaba casi dos días atravesando el país junto a su hermano mayor, Kyle. Solo los dos, montados sobre sus motocicletas, intentando escapar del pasado, intentando encontrar un rumbo. Habían salido de un hogar quebrado. Su padre, un ex actor y ex boxeador, lidió durante muchos años con la frustración de no poder convertirse en una estrella. Lo intentó todo. La familia padeció los vaivenes de su carrera errática: un año construían una piscina en el patio, al año siguiente no tenían dinero para mantenerla. Era un hombre violento. Cranston vio una vez cómo golpeó a un conductor que se le atravesó en la carretera. Discutía mucho con su mujer. Y un día, cuando el hijo menor tenía 11 años, Joe Cranston desapareció.

Los problemas no terminaron. Su madre, eventualmente, se volvió alcohólica. No tenían dinero. El banco les quitó la casa. Cranston y su hermano se fueron a vivir con sus abuelos. Para hacer algo con su vida, Kyle entró a una academia juvenil de policías y Bryan lo siguió. Por un momento, pensó que ser policía podía ser lo suyo. Para cuando tuvo 19 años se había dado cuenta de que no lo era.

Hace unos años, en una entrevista con la revista Rolling Stone, Cranston habló sobre la lección que aprendió de todos aquellos intentos de su padre por alcanzar el éxito.
–Mi padre estaba tratando de conseguir premios, y si te quedas corto, entonces debes pensar "Bueno, he fallado". Así que mi apuesta fue ser capaz de ganarme la vida, en mi vida adulta, exclusivamente como un actor. Esa es mi victoria.

Durante sus más de 30 años de carrera, Bryan Cranston nunca persiguió el éxito. Quizás eso fue lo que hizo que pasara las décadas de los 80 y 90 sin destacar, actuando en películas mediocres, en pequeños papeles como invitado en series y haciendo comerciales de TV.

Cuando Malcolm acabó, Cranston no perdió viada y audicionó para una nueva serie que Sony y AMC estaban preparando junto al director y guionista Vince Gilligan. La serie era Breaking Bad.

Años atrás, cuando Gilligan era guionista de Los Expedientes X, Cranston hizo un pequeño papel. Fue un ex marine racista al que Fox Mulder debió llevar al oeste para evitar que muera. Gilligan quedó impresionado con su intensa actuación y por eso, a pesar de que los ejecutivos no veían al "papá de Malcolm" como su nuevo protagonista, él no cedió.

Cranston consiguió el papel. El papel de su vida.

En 2013, el actor que nunca persiguió el éxito ni los premios, como sí lo hizo su padre, se alzó con el Globo de Oro a Mejor Actor de Drama. Breaking Bad ganó el Globo de Oro a Mejor Serie de Televisión. Fue tocar el cielo. Ese año se emitió su quinta y última temporada. La historia de Walter White, trágicamente, llegó a su final.

Breaking Bad llevó la carrera  de Cranston a otro nivel. Le llegaron guiones de superproducciones como John Carter y Godzilla y de cintas de sueldos más modestos pero con guiones más interesantes, como Argo. Como no le había pasado nunca antes, no le faltó trabajo. Se convirtió en un estrella.

Pero ha sido Trumbo la película que ha supuesto su ingreso a la elite cinematográfica. Cranston encarna a Dalton Trumbo, un guionista de los años 40 que es acosado por sus ideas políticas e incluido en la lista negra de guionistas y productores a los que se les prohibió trabajar en Hollywood.

Por este papel, fue nominado al Oscar por primera vez. No ganó, pero la nominación por sí sola constituyó  un triunfo. Sobre todo para alguien que logró reconocimiento recién a los 42 años.

Él dice que, al final, solo se trata de suerte. Se lo explicó a un reportero de El País hace un tiempo, usando una analogía que le encanta: el surf.

–Yo me he pasado 57 años en el agua, nadando en mi tabla y sin saber si me podría mantener a flote. Y de pronto llegó la ola. Se llamaba Malcolm y duró siete años. Fue genial. Yo ya tenía 40, no te creas. Pero cuando pensaba que la ola se acababa, vino este otro monstruo llamado Breaking Bad. La ola perfecta, porque me sigue empujando. Y en algún momento alcanzaré la otra orilla. O me caeré de la tabla. Pero mientras, está siendo un viaje.

Hoy Cranston, el cuatro veces ganador del Emmy como mejor Actor de Drama, y el nóminado a mejor actor por la Academia en 2016 interpretará a Lyndon B. Johnson, en All the Way.

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